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Comunicado de prensa
Comunicado de prensa
Boston, MA
Estados Unidos
Gracias, Laurie Robinson, por tus amables palabras y, lo que es más importante, por tu compromiso y contribuciones al éxito de los tribunales de drogas de nuestro país. Fuiste fundamental en el establecimiento de la oficina de tribunales federales de drogas del Departamento de Justicia en la década de 1990, y todos tenemos la suerte de que hayas vuelto a encabezar la Oficina de Programas Judiciales, para expandir esta labor.
Hoy tengo el honor de estar contigo y con el Juez Principal Price en la apertura de la 16° Conferencia Anual de la Asociación Nacional de Profesionales de Tribunales de Drogas [National Association of Drug Court Professionals (NADCP)]: la mayor conferencia mundial sobre drogas y crimen. Hoy se encuentran con nosotros jueces, fiscales, abogados defensores, agentes de libertad condicional y de las fuerzas del orden público, autores de políticas, administradores de programas, consejeros y graduados de Tribunales de Drogas.
Muchos de ustedes han cruzado el país, o muchos países, para estar aquí. Y agradezco su compromiso y su excelente servicio. Las contribuciones que ustedes realizan cada día, a menudo frente a grandes desafíos, ayudan a mejorar la seguridad y la salud pública, a proteger y aprovechar los dólares de los contribuyentes, a resguardar a las comunidades necesitadas y a asistir a las personas y familias en crisis.
El tamaño de esta reunión, el entusiasmo y la diversidad de los concurrentes y la calidad de las sesiones planeadas para los próximos días son testimonio del liderazgo y el trabajo arduo del equipo de la NADCP y, por supuesto, de su director general, West Huddleston. West, gracias por haberme invitado a acompañarlos hoy.
Desde hace casi dos décadas, los líderes y miembros de la NADCP han servido como asociados extraordinarios del gobierno en la administración de la justicia. Ustedes han probado que la redención y la rehabilitación son posibles. Y han demostrado que nuestra red de Tribunales de Drogas tiene el poder de fortalecer no solo familias y comunidades, sino todo nuestro sistema judicial.
Juntas, las personas que se encuentran en este salón han lanzado, liderado y sostenido un movimiento nacional... y ahora internacional. Solo han pasado 21 años desde el lanzamiento del primer Tribunal de Drogas en Miami. Hoy en día, existen más de 2,400 Tribunales de Drogas que operan en todos los estados de los EE.UU. y en 15 países. Los Tribunales de Drogas ahora sirven a más de 120,000 personas por año. Y, hasta la fecha, más de 1 millón de personas se han graduado de los Tribunales de Drogas de los Estados Unidos.
Esta conferencia brinda una importante oportunidad de desarrollar el extraordinario progreso que hemos observado en las últimas dos décadas. Quiero que sepan que esta es una de las principales prioridades del Departamento de Justicia. Y, para mí, es una vocación.
Durante mi carrera como fiscal, juez, Fiscal Federal, Secretario de Justicia Adjunto y, ahora, como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, he visto con mis propios ojos cómo la drogadicción puede destruir familias, vidas y comunidades. También he visto la diferencia que pueden marcar los Tribunales de Drogas a la hora de ayudar a personas en recuperación de su adicción a las drogas a recuperar y mejorar sus vidas. Actualmente, más del 60 por ciento de las personas arrestadas en este país son consumidores habituales de drogas. Alrededor de la mitad de las personas encarceladas son adictas a las drogas. No obstante, menos del 10 por ciento de quienes necesitan tratamiento mientras están encarcelados lo reciben. Esto debe cambiar.
Ahora bien, casi nadie podría cuestionar que la seguridad pública requiere encarcelamiento y que la caída drástica en los índices de delincuencia en todo el país en las últimas décadas se debe, al menos parcialmente, al encarcelamiento. Pero, como todos ustedes saben, el encarcelamiento solo es una parte de la respuesta. No es la única respuesta al problema. El encarcelamiento, con sus altos costos económicos y sociales, no es una estrategia completa para el cumplimiento de la ley criminal, especialmente si se tiene en cuenta el hecho de que, actualmente, uno de cada 100 adultos en los Estados Unidos está encarcelado.
Debemos enfocarnos no solo en encarcelar a las personas que cometen delitos, sino también en analizar lo que ocurre con las personas después de que salen de prisión y se reinsertan en la sociedad. Y debemos reconocer que cada persona con una dependencia a las drogas que sale de prisión sin tratamiento representa una oportunidad desperdiciada, así como también un riesgo aún latente para la sociedad.
Desde 1994, cuando líderes de los primeros 12 Tribunales de Drogas de nuestro país formaron esta organización, los líderes y miembros de la NADCP han estado marcando el camino a seguir. Sus fundadores creían que, a través del monitoreo judicial y el tratamiento eficaz, los consumidores de drogas podían cambiar y mejorar sus vidas y nuestro sistema judicial se podía fortalecer. Tenían razón. Y el éxito que contribuyeron al promover a través de nuestros Tribunales de Drogas ha inspirado una red crucial de tribunales de "resolución de problemas", que incluye tribunales de salud mental, tribunales comunitarios, tribunales de reinserción y tribunales que tratan el crimen de conducir bajo estado de ebriedad o intoxicación [Driving While Intoxicated (DWI)].
Estos tribunales han ayudado perceptiblemente – y en muchos casos drásticamente – a mejorar, y es probable que también a salvar, vidas. Y hemos observado que los Tribunales de Drogas en particular reducen el crimen más que cualquier otra opción de sentencia. Los "meta-análisis" científicos más rigurosos y conservadores han concluido que los tribunales de drogas reducen significativamente el crimen hasta 35 por ciento más que otras opciones de sentencia. Y, en todo el país, el 75 por ciento de las personas graduadas de Tribunales de Drogas siguen libres de arrestos dos años después de dejar el programa.
Los efectos a largo plazo son igual de prometedores. Después de que el Instituto Nacional de Justicia completara una evaluación de 6,500 participantes en Tribunales de Drogas en el Condado de Multnomah, Oregón, a lo largo de 10 años, observamos menores índices de nuevos arrestos y reducciones en la reincidencia en un rango entre el 17 y el 26 por ciento. También observamos ahorros públicos de casi $1,400 dólares por participante en comparación al procesamiento de casos tradicionales. Al tomar en cuenta los costos asociados con la reducción de la reincidencia y otros resultados a largo plazo, esos ahorros subieron a casi $7,000 dólares por participante.
Recientemente, el Instituto Nacional de Justicia [National Institute of Justice (NIJ)] finalizó una evaluación de cinco años de 23 sitios de tribunales de drogas que midió las prácticas de los Tribunales de Drogas y su influencia sobre las recaídas y la reincidencia. Todavía estamos consolidando los hallazgos de la evaluación, pero los resultados preliminares muestran que los participantes tuvieron menos actividad relacionada con las drogas y actividad delictiva tanto 6 como 18 meses después de ser admitidos, y consecuentemente pasaron menos días tras las rejas. Cabe destacar que los Tribunales de Drogas fueron especialmente eficaces para prevenir recaídas entre quienes tenían largos historiales de consumo de drogas. Y otro hallazgo que desearía enfatizar – que es uno que puedo apreciar como ex juez – es que los resultados fueron mejores en participantes que percibieron al juez y al programa como justo e imparcial, y al juez como dispuesto a imponer consecuencias graves para quienes dejaban el programa.
Al fomentar la sobriedad, la recuperación y la responsabilidad personal, los Tribunales de Drogas ayudan a cortar el ciclo de consumo de drogas, delitos, encarcelamiento y libertad sin rehabilitación. De más está decir, estos programas no le dan un pase libre a nadie. Son estrictos y pueden ser extremadamente difíciles de sobrellevar. Pero para quienes tienen éxito, como prueban los graduados de Tribunales de Drogas que están hoy con nosotros, existe un prospecto real de un futuro productivo.
No obstante, a pesar de incentivos económicos evidentes y altos niveles de crecimiento y éxito, hoy en día, los Tribunales de Drogas solo sirven a alrededor de la mitad de las personas arrestadas no violentas adictas a las drogas, que ya son elegibles para estos programas. Si los Tribunales de Drogas fueran expandidos para que pudieran tratar a todas las personas elegibles, este resultado sería más de $2 dólares en ahorros por cada $1 dólar invertido: un total de más de $1 billón de dólares por año. Y si los Tribunales de Drogas fueran expandidos para que pudieran tratar a todas las personas arrestadas que están en riesgo de consumo o dependencia de drogas o alcohol, se estima que ahorraríamos más de $30 billones de dólares por año y prevendríamos millones de delitos.
Es momento de analizar lo que podemos, y debemos, lograr. Es momento de mirar hacia el futuro. Y es momento de determinar cómo haremos para poner los Tribunales de Drogas al alcance de cada persona que necesita y se beneficiaría con estos programas.
El Presidente Obama ha señalado su compromiso con esta labor. Y todos podemos sentirnos animados por saber que el presupuesto del Año Fiscal 2011 del Presidente incluye casi $60 millones de dólares para programas de Tribunales de Drogas, Salud Mental y Resolución de Problemas. El compromiso del gobierno con el fortalecimiento de los Tribunales de Drogas también es evidente en su Estrategia Nacional de Control de Drogas 2010, que la Oficina de política Nacional de Control de Drogas anunció en marzo.
En su introducción a la Estrategia, el Presidente pide un “enfoque equilibrado de prevención, tratamiento y aplicación legal” al tratar el problema de las drogas. Nuestra lucha actual contra las amenazas representadas por el consumo y el tráfico de drogas tiene muchas áreas de enfoque: internacionales y domésticas; fuentes de suministro y centros de demanda; e iniciativas de aplicación legal, prevención y tratamiento. El Departamento de Justicia está comprometido a implementar todas las partes de esta Estrategia. Quiero asegurarles a todos ustedes que, mientras seguimos haciendo valer con todo su peso nuestras leyes de drogas y atacando con todos nuestros recursos a los productores, distribuidores y traficantes de drogas, también seguiremos apoyando programas innovadores de prevención y tratamiento.
Como parte de esta labor, estamos analizando en detenimiento la recuperación de adolescentes. Y estamos trabajando para mejorar la implementación de tribunales juveniles de drogas integrando principios de estos tribunales al modelo de Recuperación de Futuros y asegurando un tratamiento correcto de los adolescentes. Nuestra Oficina de Justicia Juvenil y Prevención de Delincuencia ha estado participando en un grupo de trabajo con el Departamento de Educación, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas [Office of National Drug Control Policy (ONDCP)], el Centro de Tratamiento de Abuso de Sustancias y Administración de Servicios de Salud Mental [Center for Substance Abuse Treatment for the Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA)], y otras agencias que se dedican a la recuperación de los adolescentes. Y se está planificando una cumbre sobre este tema para principios del otoño.
Como algunos de ustedes saben, desde el 2007, el Departamento ha formado parte de una asociación interagencia pública/privada con el Centro de Tratamiento de Abuso de Sustancias y la Fundación Robert Wood Johnson. Y dentro de poco realizaremos tres nuevas adjudicaciones conjuntas para apoyar a tribunales juveniles de drogas en su trabajo para romper el ciclo de drogas y delitos entre nuestros jóvenes. La historia de nuestro movimiento de Tribunales de Drogas ha probado la eficacia de las asociaciones públicas/privadas. Y seguiremos estableciendo y aprovechando este tipo de tareas de colaboración para apoyar y mejorar el trabajo que ustedes realizan.
Juntos, sé que podemos expandir el progreso realizado en los últimos 21 años. Creo que podemos poner a los Tribunales de Drogas al alcance de quienes los necesitan. Y confío en que podemos llegar a un lugar, en este país y más allá, donde podemos realmente crecer.
Gracias a todos por su compromiso con este objetivo y por su servicio a quienes están necesitados y en crisis. Ha sido un placer acompañarlos y un privilegio homenajear el trabajo que realizan. Espero trabajar con todos ustedes para lograr un progreso aún mayor en el fortalecimiento de nuestros Tribunales de Drogas, todo nuestro sistema judicial, nuestras comunidades y nuestro gran país.
Gracias.